Procrastinar es dejar de hacer algo y posponerlo para más tarde. Es fácil de entender, pero ¿realmente es eso procrastinar?. La verdad es, que procrastinar es dejar de hacer algo por pereza. Es no hacer las cosas que realmente queremos hacer. Pero las posponemos por otra actividad que requiere menos esfuerzo.
El coste real de la procrastinación
Puede ser algo tan simple como no leer ese libro que tanto decimos que no podemos posponer más. Pero lleva el «pobre» seis meses cogiendo polvo en una estantería. Mientras vemos el segundo capítulo de la tercera temporada de esa serie que no nos gusta.
Somos increíbles los humanos. Podemos procrastinar la lectura de un libro, mientras consumimos horas y horas de series
Un procrastinador profesional
Ciertamente requiere menos esfuerzo ver una pantalla. Donde no dejamos de ser un ente pasivo, que dedicar tiempo a un libro. No tiene que ser un libro. Pongo el ejemplo del libro, únicamente porque a modo personal me ha pasado. He procrastinado la lectura de libros por perder tiempo viendo videos que en ningún momento me han interesado. Por ver series que no me han gustado y por ver diferentes productos que nunca voy a comprar.
Uno de los ejemplos más claros, de la capacidad que tenemos los humanos de procrastinar, es: dejar de quedar con personas a las que tenemos aprecio, dejar para otro año eso de ponernos en forma, estudiar eso que tanto queremos pero nunca se alinean los astros…
Como puedes ver, no estoy libre de tirar la primera piedra. Ni ninguna. Pues el proyecto que inicie con ilusión lo procrastinar demasiado tiempo. No por falta de tiempo, sino por hacer, esas otras cosas tan importantes que han salvado la humanidad. Hubiese sido la excusa perfecta.
Procrastinamos más de lo que nos gustaría reconocer
No recuerdo donde ley que, toleramos menos fallar a otras personas que fallarnos a nosotros mismos. Cuando damos nuestra palabra a un tercero procuramos cumplirla. Pues, ¿quien seriamos para las demás personas si no honramos lo que prometemos? . Sería más lógico no defraudarnos a nosotros antes que a los demás. Pero esto será para otro rato
Estamos en navidad, en esos días de proponernos objetivos para el próximo año. En esos días en los que no se nos pasa por la cabeza esa palabra tan rara, procrastinar. Yo no voy a ser menos y voy a ponerme como objetivo cumplir con el sueño de este proyecto y recuperar la ilusión con la que lo comencé. Solamente el tiempo dirá si he sido capaz de superar la procrastinación.