Por una familia unida

Compartir momentos en familia es muy importante

Es sabido por todos, lo importante que es compartir tiempo con nuestros hij@s desde el primer minuto de vida. Para mi, es difícil no pasarlo, pues ver a mi hija tan pequeña y tan mona, me dan ganas de acurrucarla entre mis brazos y comérmela a besos.

Los expertos lo aconsejan, (pasar tiempo con ell@s y comerlos a besos también), pues esta demostrado que consumir tiempo en familia nos reporta múltiples beneficios. No solo para nosotros como padres, para toda la familia.

Claro está que compartir tiempo juntos nos reporta un mayor conocimiento de nuestros hijos y ellos de nosotros, por ende mejora los lazos afectivos (importante hacerlo desde un inicio).

Un padre con su hijo en una salida de paseo. Compartiendo tiempo juntos jugando y contemplando las gaviotas y el mar

Todo esto nos ayuda a fortalecer los lazos afectivos familiares, muy importantes para la solución de futuros problemas (dicen que siempre aparecen, que remedio).

Cuanta mejor sea la relación familiar, mejor será la comunicación entre la misma. Aportándonos a los padres un sinfín de conocimientos. Los que nosotros podamos percibir y los que nuestros hij@s nos cuenten, pues no tendrán reparo en contarnos sus inquietudes.

Compartir momentos en familia y de calidad es muy importante

Todos los padres queremos que nuestros hij@s sean los mejores. Pero tenemos que tener claro que, aunque lleguen a ser los mejores en alguna faceta de su vida, jamás lo serán en todas.

Compartir momentos en familia no es ver una película

Cuando compartimos momentos en familia, no cuenta comer o estar en el sofá durmiendo la siesta mientras nuestros hij@s ven una película.

Compartir momentos en familia es comentar la película. Compartimos momentos con nuestros hijos cuando jugamos con ellos, cuando les ayudamos a resolver sus problemas. No cuando se los resolvemos, cuando les ayudamos a que ell@s los resuelvan.

Dar la solución de los problemas a nuestros hijos nunca es la solución

Si les damos la solución pasan varias cosas. La primera es que no han aprendido a solucionar sus problemas, han aprendido que sus padres son «super listos». Lamentablemente no es así y en algún momento de sus vidas se van a dar cuenta que no sabemos todo.

Si les ayudamos y les apoyamos, nuestros hijos van a ir resolviendo todos los problemas que les vayan a surgir. Tenemos que darles las herramientas para que ellos sean capaces de resolverlos por si solos. Eso no quiere decir que nosotros nos desentendamos, nosotros seremos un apoyo, no una solución.

¿Qué vamos a conseguir con esto? Aumentar la confianza de nuestros hijos. Se van a ver fuertes a la hora de enfrentarse a sus problemas. Saber que tienen a sus padres para apoyarles y ayudarles, no para darles la solución, les va a inferir una gran seguridad. Ese aumento de la confianza de nuestros retoños y esa seguridad en si mismos son los causantes de un aumento en la autoestima de nuestros hij@s. ¿Qué mejor regalo para hacerles?